¿Conoces las diferencias entre un seguro y una fianza?

Entender estas diferencias puede marcar la brecha entre un proyecto o contrato exitoso o una situación complicada.

En este blog, exploraremos las características y diferencias entre una fianza y un seguro, y cómo determinar cuál es la solución adecuada según tu necesidad.

Empecemos aclarando: ¿Qué es un seguro y cuándo necesitas uno?

Un seguro es un contrato que te protege a ti, el asegurado, ante un riesgo o peligro específico. El acuerdo es entre dos partes: tú y la aseguradora. Pagas una prima por el seguro que hayas seleccionado según tus necesidades, y si ocurre algunos de los peligros asegurados (Ejemplo: inundación, terremoto, fuego, vandalismo, entre otros…), la aseguradora te responde de acuerdo a los términos establecidos en la póliza. El objetivo principal del seguro es protegerte a ti o a tu propiedad de los daños derivados de ciertos eventos.

Características principales de un Seguro:

• Protección para el asegurado: En caso de un siniestro, el asegurado es quien recibe el pago de la reclamación.
• Acuerdo entre dos partes: El contrato es entre la aseguradora y el asegurado.
• Transferencia de riesgo: En un seguro, el riesgo de pérdida se transfiere completamente a la aseguradora.
• Ejemplo: Imagina que acabas de comprar tu hogar y un fuego destruye todo a su paso. Un seguro de propiedad te compensaría por los daños ocurridos.

Consulta: Lo que debes saber antes de solicitar tu póliza de Seguro

Características principales de una Fianza:

• Garantía al beneficiario: A diferencia de los seguros, las fianzas benefician a una tercera parte que depende del cumplimiento del contrato. Es una garantía al beneficiario para que el cliente cumpla con los requisitos estipulados al procesar una licencia, operar un negocio o ejecutar un contrato.
• Acuerdo entre tres partes: Fiador (aseguradora), beneficiario (quien recibe la garantía) y principal (quien debe cumplir).
• Reclamación y recuperación: Los riesgos de incumplimiento se transfieren a la aseguradora, por lo que el beneficiario tendrá quién responda por sus intereses.
• Duración: La fianza suele durar tanto como la obligación principal que está garantizando, a menos que se pacte algo distinto entre las partes.

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Fianza vs. Seguro: ¿Cuál es la diferencia?

Para muchos, la confusión entre una fianza y un seguro proviene de su percepción inicial. Ambos contratos involucran pagos regulares (como una prima de seguro), pero cumplen propósitos completamente diferentes. Veamos un breve desglose de las principales diferencias:

1. Partes involucradas:

• Fianza: como mencionamos previamente, las fianzas son un acuerdo entre tres partes: aseguradora, beneficiario y cliente.
• Póliza de seguro: acuerdo entre dos partes únicamente: asegurado y aseguradora.

2. Tipo de Contrato

• Fianza: se rigen por un contrato, ley o reglamento que debe estar redactado y aprobado antes de tomar función.
• Póliza de seguro: pueden ponerse en vigor desde un contrato verbal (binder) y luego emitirla.

3. Cobertura

• Fianza: si el cliente no cumple con el contrato, y la aseguradora afronta una pérdida, el cliente tendrá que repagar esta cantidad a la fiadora bajo un acuerdo de indemnización que se ejecuta entre cliente y fiador.
• Póliza de seguro: este seguro está basado en una prima que le permite a la aseguradora estar preparada en caso de que tengan que incurrir en gastos de reclamación.

4. Cancelación

• Fianzas: algunas fianzas no pueden cancelarse de manera unilateral, las mismas estarán vigentes hasta que el proyecto u obligación se termine, como son las fianzas garantizando proyectos de construcción.
• Póliza de seguro: la cancelación de una póliza puede realizarse por cualquier parte del contrato, es decir, tanto por la compañía de seguros como por el asegurado. Asimismo, se pueden cancelar en cualquier momento.

5. Cualificación

• Fianzas: necesitarás ser cualificado para poder solicitar este tipo de producto.
• Póliza de seguro: no todas las compañías te solicitarán cualificar antes de evaluar y aprobar el perfil de los asegurados.

Cuándo necesitas una fianza y NO un seguro

Imagina que tienes una empresa de construcción y has ganado una licitación pública para realizar un proyecto importante. El contrato requiere que presentes una fianza de cumplimiento para garantizar que cumplirás con todas las especificaciones. Aquí es donde entra en juego la fianza: si no cumples, el beneficiario (obligee) tendrá la garantía de que podrá recurrir al fiador para reclamar los daños, pero el cliente (principal) será responsable ante la aseguradora.

Entonces, ¿necesito una fianza o un seguro?

La clave para saber si necesitas una fianza o un seguro radica en la naturaleza de tu necesidad: ¿Estás protegiendo tu propiedad ante un evento inesperado o garantizando el cumplimiento de un proyecto o contrato? Mientras los seguros cubren tus riesgos, las fianzas garantizan que cumplirás con los compromisos contractuales asumidos.

Con la asesoría adecuada, podrás tomar decisiones informadas que protegerán tus intereses, y te abrirán nuevas oportunidades comerciales. Recuerda, si tienes dudas, USIC está aquí para ti. Contáctanos, estamos listos para orientarte.

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